24 Abr ¿Cómo las empresas pueden impulsar innovación social?
En un mundo cada vez más interconectado y desafiado por problemas socioambientales de gran magnitud, surge la necesidad imperiosa de contar con agentes de cambio que impulsen soluciones innovadoras.
Estas soluciones deben ir más allá de lo convencional, conectando puntos que hasta ahora permanecían separados y atreviéndose a experimentar, aprender y crear de forma colaborativa. La innovación social se erige como un poderoso vehículo para abordar estos desafíos, ofreciendo respuestas novedosas y efectivas a problemas arraigados en nuestras comunidades y entornos.
Innovación social ¿Qué es?
La definición de Stanford Graduate School of Business sobre la innovación social nos brinda un marco claro:
«Se trata de una solución novedosa a un problema social que es más efectiva, eficiente, sostenible, o justa que las soluciones existentes y por lo que el valor generado se acumula principalmente hacia la sociedad como un todo en vez de en individuos privados.»
En este contexto, los innovadores sociales se presentan como actores clave, provenientes de diversas esferas y sectores, unidos por el propósito común de impulsar el cambio positivo en nuestras realidades cotidianas. Entre ellas la labor de las empresas como parte de estos espacios de innovación en los que se propongan acciones de para lograr este cambio.
Empresas como motor de innovación social
Las empresas pueden desempeñar un papel fundamental en la promoción de la innovación social a través de diversas estrategias:
- Utilizando sus Actividades de Negocio para Contribuir a Solucionar Problemas Sociales
Innovar desde la cadena de suministros, las actividades comerciales, el diseño de productos o servicios, el reclutamiento y más. Ejemplos como Greyston Bakery, con su política de contratación abierta, demuestran cómo las empresas pueden marcar la diferencia al ofrecer oportunidades laborales inclusivas que trascienden las circunstancias individuales.
Delta Airlines también destaca al colaborar con empresas sociales como Someone Somewhere, cambiando bolsas de plástico por bolsas producidas por artesanos oaxaqueños. Esta colaboración no solo beneficia a los artesanos y reduce la huella ambiental, sino que también ilustra cómo las empresas pueden generar un impacto positivo a través de sus operaciones comerciales.
- Promoviendo el Intraemprendimiento Social
Facilitando proyectos o iniciativas innovadoras dentro de la empresa que buscan tanto beneficios económicos como impacto social positivo. Intel Innovate for Good es un ejemplo inspirador, donde la empresa brinda a sus empleados la oportunidad de trabajar en proyectos tecnológicos que abordan problemas sociales complejos, fortaleciendo así su responsabilidad social corporativa.
Este se trata de la colaboración entre empleados, ONG y comunidades locales para desarrollar soluciones tecnológicas que aborden desafíos específicos como la educación, la salud y la seguridad. Este programa no solo impulsa la innovación, sino que también fortalece la responsabilidad social de la empresa.
- Apoyando a Innovadores Sociales con Recursos
Las empresas pueden impulsar la innovación social al ofrecer apoyo financiero y no financiero a aquellos que están en la vanguardia del cambio. Proyectos como Síkuli, un Laboratorio de Innovación Social creado en colaboración con empresas como Cemex, muestran cómo estas alianzas pueden catalizar el potencial de agentes de cambio con ideas innovadoras para abordar desafíos sociales como Casa Mimbre Café, un espacio que busca emplear a personas con discapacidad, integrándolos a la vida laboral a través de la venta de café y panadería. Así como Nikaui, proyecto que busca fortalecer la economía local en Parras Coahuila fortaleciendo a los productores y comerciantes locales.
Iberdrola también se suma como aliado en el impulso de agentes de cambio a través del laboratorio Síkuli, invirtiendo en proyectos como Rancho Ubuntu, Cacomixtle y Calma Cáncer, que buscan generar impacto en áreas estratégicas alineadas con su estrategia de impacto social.
En resumen, las empresas tienen la capacidad única de ser agentes de cambio en la promoción de la innovación social. Al integrar prácticas empresariales con propósitos sociales, pueden contribuir significativamente a abordar los retos socioambientales actuales y construir un futuro más justo y sostenible para todos. Al adoptar enfoques colaborativos y estrategias innovadoras, las empresas pueden convertirse en verdaderos motores de cambio, generando un impacto positivo en las comunidades que sirven y en la sociedad en su conjunto.
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